Pintar Acuarela

La acuarela

La acuarela es una técnica de pintura al agua sobre papel. Los colores utilizados son transparentes, por lo que siempre se va a ver a través de las sucesivas capas aplicadas. Esta característica asusta a algunos, pero se aprende rápidamente y los resultados son magníficos

En el papel utilizado es muy importante su espesor, su materia prima y la textura de su superficie. También influye mucho si se trabaja sobre superficie seca o humedecida previamente, así como la velocidad del secado, ya que muchos efectos solo se logran antes del secado completo.

Es una técnica rápida, por lo cual hay que saber muy bien qué y cómo se quiere pintar. Por otro lado es muy importante saber controlar los impulsos y permitir el secado en un determinado momento, para evitar la formación de manchas y para que no se ensucien los colores.

Pero una vez dominada la técnica, ésta se convierte en un increíble ejercicio de la creatividad, ya que la acuarela casi siempre viene con sorpresas. Con el tiempo uno le pierde el miedo, se divierte, y casi sin darse cuenta, llega a la maestría. Entonces, con pocas pinceladas se logran imágenes de gran expresividad y cargadas de emociones.

las ideas

La ideas me surgen al despertar a la mañana, cuando todavía no funciona la razón a pleno. En ese momento se producen como chispazos de lucidez. A esa hora comienzo con las primeras capas, los fondos, los esfumados, los colores claros. Luego hay que esperar hasta que se seque muy bien el papel, para que no aparezcan manchas indeseadas. Es como en la filosofía oriental: dejarse llevar y frenar el impulso de querer seguir a la vez. Cuando no sé cómo continuar, dejo descansar la obra por días o semanas. A veces, aparece la solución de un modo veloz, como por arte de magia. Otras, recién después de muchas capas de transparencias y pequeños toques. Para concluir una acuarela, siempre lo hago durante el día, ya que la luz natural es la que mejor permite apreciar los colores.

La música

Siempre pinto con música clásica. Elijo la obra según el estado de ánimo que quiero expresar: los valses de mis ancestros, cuando busco energía; el ‘Bolero’ de Ravel, si necesito un crescendo; Bach, para la claridad mental; Händel, para la majestuosidad; guitarra española, para sentir el ritmo. Así, cuando la música se une a la acuarela, logro la máxima inspiración.

LAS CORRECCIONES

La acuarela permite muy pocas correcciones. Solo puede oscurecerse o modificarse el color con sutiles transparencias. Las ‘sorpresas’ pueden ser desesperantes, o pueden ser tomadas como un juego y llevar a cambiar el rumbo. Es un increíble ejercicio de conocerse a uno mismo… y también una poderosa herramienta de liberación emocional.